martes, 17 de agosto de 2010

El Paraiso Masturbatorio



Después de que “Z” me terminó, decidí experimentar todo lo que con él tuve que dejar de lado, así que un viernes tras haber ahogado mis penas en 2 baldes de “KFC” me arrebaté, compré una coca cola y comencé a caminar por toda la avenida Colmena, el cine “Le Paris” captó mi atención apenas lo vi por sus avisos tan coloridos y el comportamiento extraño de unos hombres antes de entrar.

En realidad no tenía excusas para ir, estaba solo el hecho de probar algo nuevo, de entrar y ser la única “mujer decente”, sabía que me iban a confundir con una mil polvos así que decidí llamar a quien solía ser mi compañero fiel, Renzo, el que tuve que dejar de frecuentar desde comencé mi relación con “Z”, no sé porque siempre le tuvo celos, ahora comprendo que se sentía intimidado porque Renzo es todo lo que él soñaba ser, en fin… Lo llamé, y 15 minutos después nos encontramos frente al Le Paris.

Él lindo como siempre, su polo negro de Jack Daniel’s, el jean roto de toda la vida, las Convers rojas, ahora guindas y su clásica barba de 3 días, me saludó con un beso y nos abrazamos, al parecer esos 6 meses de ausencia nos había afectado. Conversamos un poco, no había cambiado en nada hasta su sonrisita cómplice seguía como antes, esa que siempre me decía… hay te pasas.

Le conté todo lo que había pasado con “Z” y mi plan para olvidarlo y RECORDARME, le dije que pronto estaría de vuelta, que iba a ser lo que sea para que todo fuera como antes, para no olvidar quien solía ser.

Nos demoramos media hora en ponernos al corriente pero el Le Paris gritaba nuestros nombres y robaba mi mirada desde sugerentes titulares psicodélicos: “Clases de Lengua”, “Pisando Fondo”, “El Aventurado Semental” y “Chicas Debutantes”, antes de entrar íbamos y veníamos frente a la puerta, en la quinta vez decidimos hacer el ritual de los parroquianos, miramos a los costados para ver si veíamos a alguien conocido y con puritana paciencia nos metimos de puntitas.

Saqué mi DNI, temblando se lo di a la boletera, una viejita con chompa morada que ni siquiera se fijó, solo cogió el billete de 20 soles y me dio dos boletos, como un acto reflejo decidí esconderme detrás de una pared con espejos y Renzo me sacó a la fuerza, fuimos con el pica-boletos, un hombre del que habían escapado casi todos sus cabellos, lentes gruesos y la camisa semiabierta quien nos indicó la puerta. Lo empujé utilizándolo como escudo protector, unos gemidos guturales nos dabam la bienvenida a un mundo desconocido y fuimos subiendo las escaleras esperando encontrar una butaca alejada de cualquier en acecho. Mi silueta de mujer se proyectaba a contraluz haciendo notar a los “cinéfilos” una presencia femenina en la sala, ¡Oh demonios! creo que me había metido en problemas…


Escapé de las miradas libidinosas y antes de sentarme le robé la mochila a Renzo para utilizarla como “protector” de butacas (uno nunca sabe quiénes habrán “jugueteado” por ahí) y nos sentamos juntos.

La primera película, no tuvo ni trama ni drama, esperé encontrar a Tarzán y Jane en medio de la Selva tirando como monos pero me llevé la sorpresa de que los actores solo eran máquinas sexuales: coitos van y vienen por todos y cada uno de los orificios corporales posibles y finalizan con un alarido orgásmico muy planeado, mientras tanto en los alrededores la mayoría de los espectadores con una pierna levantada sobre la butaca y a poca luz van jugueteando en las sombras con movimientos continuos, de aquí a allá y de allá a acá.

Pasó el tiempo y llegaron más “parroquianos”, un hombre con una gorra blanca y un periódico en la mano estaba mirando por toda la sala en busca de un asiento disponible, entre tantas butacas desocupadas decidió sentarse al costado de Renzo, se fue acercando lentamente y casi acechante a él, chocó su “virilidad” contra su rodilla y lo miró, Renzo quedó paralizado:

- ¿Qué te pasa chochera?

- Nada, disculpa…

- Cuidado nomas causa que yo no soy cabro.

Yo temblaba nerviosa y nos cambiamos de butaca, para nuestra mala suerte nos sentamos detrás de un viejo que ni se inmutó en dejar de “mover la mano”. Por otro lado un panzón se sentó detrás mío, comencé a sudar frío de solo pensar que en cualquier momento el gordo comenzaría a “acariciar el asunto”.

Me sentía un poco incómoda, miraba de reojo por todos lados como un radar, me di cuenta que en las zonas laterales habían hombres mayores y jóvenes con gorra y mochila se sentaban a sus costados, cruzaban un par de palabras y se iban “cada uno por su lado”. En realidad se encontraban en la puerta y lo que pasaba después era predictible.

Prendí un cigarrillo para mimetizarme con la gente mientras el público extasiado miraba la película: “Clases de Lengua”, me levanté y obligué a Manuel a cambiarnos de lugar, subimos algunos escalones y nos sentamos en la penúltima fila, no había mucha gente, en la zona lateral derecha de la sala algo subía y bajaba de entre las piernas de un hombre que tenía la cara sudorosa y a punto de explotar, otro joven le estaba dando un “blowjob” alucinante aprovechando la “privacidad” de las filas posteriores.

El aburrimiento y el hedor de la sala nos hizo salir sin terminar de ver “El Aventurero Semental”, me di la vuelta para tomar una última fotografía mental a la escena casi utópica de más de 30 hombres sudorosos, con la cara brillosa y los ojos concentrados en la película creyéndose tal vez el actor principal, el “machito”, el “bacán” y la oscuridad de la sala reforzando sus deseos más ocultos que solo sus “salvadoras” manos aplacaban.

Al salir de la sala ella fui al baño, me había aguantado desde que entramos, todo estaba limpio, parecía “amigable” y hasta tenía papel higiénico rosado, si esos, los reciclados. En ese instante me acordé de “cholotube” y sus “cámaras indiscretas” así que preferí aguantarme hasta llegar a casa. Salí del baño y le pregunté al boletero si podía regresar y que suerte la mía ¡El ticket valía por todo el día!, se puede salir, comer algo y regresar a la maratón de películas que te faltaban ver; con previo aviso al pica-boletos, claro.

Renzo me esperaba en la puerta, me escondí una vez más detrás de su espalda tratando de ocultar mi “vergüenza”, pero un vendedor de cigarrillos me preguntó:

-¿Es usted una de las actrices de la película?

- ¡No!, solo he venido a curiosear.

Solo atiné a mirarlo con todo el desprecio guardado tras haber aguantado a esos pajeros.


domingo, 15 de agosto de 2010

Me estoy quedando sola



No sé si me gusta ser un “macho semental”, cosa que siempre profeso a los 4 vientos y más, o es que simplemente me llegó a la punta del pezón el hecho de tener novio, de intentarlo una vez más.

Cuando conocí a “Z” pensé que era un huevón, tenía el cabello lacio y largo, nariz recta y mirada carnívora, una pinta de nerd impresionante. Unos amigos de mi ex colegio me lo presentaron, decían por ahí que estaba cagadísimo por mí.

Pasaron los días, y no volví a saber de él, recuerdo que fue un martes cuando me lo encontré j
usto al frente de mi casa, estaba cruzando la pista y por la impresión casi se choca contra la línea 2 y yo no tenía escapatoria. Él me dijo que se había pasado toda la tarde buscando mi casa, y por mi mente gritaba: Solo espero que te vayas. Apenas hablamos 15 minutos, que para mi duraron mil horas, me parecía tan aburrido el hecho de conversar con él porque aprovechaba cualquier momento para decirme lo linda que le parecía, cosillas cursis y bla bla.


Decidí despacharlo, había desperdiciado media hora en él, le dije que iba a ir a la biblioteca nacional porque tenía que revisar algunos libros para la universidad, y él se ofreció a acompañarme al paradero para tomar el micro, me dijo que después se iría a la casa de un amigo, pero apenas paró el micro él se subió conmigo, me senté al costado de la ventana y él, en el asiento contiguo, decidí romper la barrera y conversamos todo el camino, él sonreía demasiado y a mí me daba una sensación de no sé que, no lo había experimentado con nadie, el tráfico se hizo cómplice y nuestra conversación poco a poco fue variando de porqué lees tal o cua
l libro hasta que terminaron en:

- Dalia, me gustas, no sé si es precipitado decírtelo así como así, entiéndeme te he perseguido todo nuestro
último año escolar y tú ni me has visto, te he agregado más de 5 veces al messenger y todas las has rechazado, me he matriculado en la alianza francesa sólo para verte y ni siquiera hemos coincidido con el horario, por favor estoy cansado, he buscado tu casa toda la tarde y sin exagerar, me estoy sintiendo un completo idiota diciéndote esto porque sé que tú piensas que soy un nerd adicto al hentai y esas c
osas.
- ¿Qué carajos?
- Sabía que no me responderías nada
- Pero que quieres que te diga, ni te conozco bien, si
cuento las horas que hemos hablado desde que te he conocido apenas son tres.
- Por favor, puta qué más quieres que te diga, ¿no creo que sea obsesión no? Solo quiero una oportunidad, una, juro que no te vas a aburrir de mi, aunque parezca aburrido y antisocial no soy así, solo es una máscara, por favor.

Lo pensé, bueno creo que no lo hice, fue uno de esos arrebatos que me dan de ve
z en cuando y termine diciéndole que SI.
Y ahí comenzó todo, no qu
iero mentir al decir que los mejores y peores días los pasé con él, al conocerlo más cada día me pareció que era el chico perfecto, mi tímido osado. Maldita sea, lo amé tanto que a ve
ces creo que no fue amor, pero era una sobredosis de obsesión e ilusión una aleación perfecta que me hacía creer que era amor.

Un mal día me dijo que iría a Japón a visitar a sus abuelos, solo se quedaría 10 días allá y llegaría para celebrar nuestro 8vo mes, tuve un raro presentimiento, algo que me decía que no regresaría, el siguiente fin de semana viajó, me dijo que no vaya al aeropuerto porque así no podría irse, nuestros amigos y yo le organizamos una despedida improvisada, libamos mucho alcohol, yo solo quería estar muy ebria para no recordar que al día siguiente me dejaría, y así fue, ya ni sentía mi cuerpo, el ron combinado con “secos” de macerado de mala muerte hicieron su efecto y solo me quedé dormida en sus brazos, no sé cuando tiempo pasó pero ya amanecía, desperté y vi sus ojos me estaba mirando, lo amé tanto, le dije que no se fuera, que qué carajos iba yo a hacer ahí sola, nos besamos mucho, tanto que mis labios se hincharon a más no poder, y él lloraba, no me decía nada, eran de esos besos nada placenteros, mas bien tristes, besos combinados con lagrimas infinitas, ya ni quiero recordarlo.

Las noticias de él llegaron después de 1 semana, no se había conectado ni me había llamado, pero me llegó un correo que decía:

Gataaaaaa,
¿Cómo estás?, Japón es todo un mundo, es tan diferente a Perú, he quedado impresionado. Hay esposa te extraño, te extraño como mierda, a veces no sé porqué te quiero tanto, pongo te quiero porque cada vez que te digo que te amo no me crees y te vas por las ramas cuando te pregunto porque, aún no me he olvidado, demonios! Discúlpame por no poderte haber escrito antes es que mi abuelo está en la era de piedra creo, alucina que s
u computa es lentejísima, quise entrar y casi explota xD, así que me regalaron una lap y estoy más que feliz. N
o vayas a pensar que te he dejado de lado, creo que estoy obsesionado oye! Estos días me los he pasado viendo tu facebook, chismeando a ver si me engañas con otro o.O jajajajajaja, extraño ir al cine contigo gata, te extraño, te extraño todo, te amo, mierdaaaaaa no puedo evitarlo pues se me sale, juro que quiero escribirte que te quiero pero no me sale T.T

Poza… solo tengo una mala noticia :/ bueno no sé como lo vas a tomar, pero mis abuelos me han ofrecido pagarme todo el año unas clases de japonés, y he aceptado. Discúlpame por tomar decisiones precipitadas, pero es una oportunidad y tú sabes… me esperas un año?, dime que si, por favor, para mí también será muy difícil pero voy a poner de mi parte para no malograr esto si?. Bueno tengo que irme a la academia, te amo TE AMOOOOOOOOOOOOOOO
Pd: no reniegues porque te escribo que te amo si? Y bueno… solo es un año sé que pasará rápido.


Tu gatito.


Resignada lo esperé, lloraba casi todos los días, me había acostumbrado a verlo todas mis tardes después de la universidad y cada vez q
ue pasaba por alguna calle conocida regresaba mi calvario. Así paso el año, pocos correos recibidos, ni una llamada.

El día llegó, él
regreso y yo esperaba verlo después de dos días, para que pase un tiempo a solas con sus padres, pero no, nos vimos después de 1 semana, yo había decidido que no volviéramos a ser novios, no quería fregarme el cerebro más, fuimos al cine y quería besarme, no lo dejé, pero casi al final fue tan insistente que no resistí y así de fácil regresamos. Pasaron 2 meses y me di cuenta que fue cambiando, en realidad desde que regresó no era el mismo, se había vuelto muy sexual, nada cariñoso y dejábamos de verlos hasta 2 semanas seguidas. Los siguientes 4 meses fueron de peleas, estaba harta de no poder verlo, de que siempre esté “estudiando”, para mí todo eso p
arecían excusas y así fue.

El me terminó, si que duele, nunca lo había experimentado, estaba acostumbrada a ser yo quien terminase las relaciones pero NO, él creyó que ya no era lo mismo y que yo ya no lo amaba y lo peor de todo es que me terminó por Messenger antes de mis exámenes finales de la universidad, lo llamé después de haber vomitado por la impresión, le pregunté porque, y él solo me dijo que “ya no tenía tiempo”, le dije llorando que era un cobarde de mierda, que no tenía las pelotas para decírmelo en la cara y que no lo quería ni tener como amigo y le corté. Mis padres se enteraron de todo, trataron de aconsejarme pero no quería escuchar nada, solo quería dormir y dormir para siempre.

Ahora estoy me
jor, ya han pasado casi 2 años a veces ni me acuerdo de su cara, creo que mi cerebro ha borrado ese “record” que quedaba de él en mi corazón, ahora soy feliz, tanto tiempo recordando esas cosas “bonitas” y llorando como una tonta, me había perdido esas cosas divertidas de la vida, me había olvidado h
asta de quién era, AHORA LO RECUERDO.

lunes, 9 de agosto de 2010

C'est moi le chat qui parle





Hola soy Angela, me gustan los gatos y los brownies.

Ah! Y soy una persona…

¿Lo soy?

Por definición, si, aunque a veces me sienta como… No sé, nunca se nada.

Definirme… Han pasado veinte minutos para poder escribir lo siguiente: Antes al menos sabía quién era.

Soy una persona, ¿camaleónica?, eufórica diría yo. Tengo muchos “pocos amigos”, creo que llega un momento en que puedo ser tan necia y demente que ya no quieren lidiar conmigo, es que en realidad no debí haberme mutado en esto, un colegio parroquial-particular, de monjas y de mujeres hicieron que me reprima 10 años de mi vida, que no pudiera expresarme con libertad sin tener que rezar los rosarios mañaneros y ni qué decir de los “Angellus” de mediodía y bla, bla, bla no quiero ¿definirme? más, así que escribiré esas pequeñas cosas que me causan tanto placer:

Hago collages, suelo recortar “cosas bonitas” que encuentro en periódicos, revistas y afiches, esas cosas que tú, tal vez, no les des importancia. Creo que a partir de ellos puedo crear especímenes e hibridizar cualquier cosa por eso es fácil hacer de mi vida un freakshow.

Bailar, eso hago, amo la música, no soy de gustos radicales, hasta me considero un crossover , solo dejo que mis oídos absorban una mezcla de voces y sonidos que me generen ALGO, ese ALGO que complementa mis días, y cómo olvidar a la fotografía, ¡U y… qué pasión! Es que hay cada situación que DEBE y TIENE que ser vista, no solo por mí, sino por ti, eso es lo que cuenta, los colores, las texturas, los olores todo ESO que te puede transmitir una imagen. Como dice Brassaï, “Lo más magnífico de las fotografías es que pueden producir imágenes que incitan la emoción basadas en un único tema”, sensaciones que solo necesitan un “click” para sobrevivir en el tiempo.

Y con esto termino, para dejarlo en claro porque sé que después de haber leído estarán como yo, perdidos en algunas palabras, diciendo (lo sé) ¡De qué carajos se trata el blog!... Pues bien, pretendo dar mis opiniones acerca de algunas piezas gráficas que me parezcan interesantes y postear las mías también, criticandome duramente porque macho que se respeta tiene la última palabra...